5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente

«Enlázate por la Justicia» desvela la historia de sangre que se oculta detrás de nuestros teléfonos móviles

Denuncia los abusos sociales y medioambientales que se cometen tanto en el proceso de fabricación como en el uso diario de estos dispositivos

¿Te has preguntado alguna vez cuál es la realidad que se esconde detrás de un objeto de uso cotidiano como es tu smartphone? ¿Sabías que producir un kilo de coltán, un mineral indispensable para fabricar teléfonos móviles, le cuesta la vida a dos personas en la República Democrática del Congo?

Denunciar los abusos sociales y medioambientales que se cometen tanto en el proceso de fabricación como en el uso diario de nuestros móviles es el objetivo que las entidades que impulsan la campaña “Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza” y que promueven la iniciativa “Enlázate por la Justicia” se proponen con motivo de la celebración, el 5 de junio, del Día Mundial del Medio Ambiente.

En la última década, los teléfonos móviles han pasado a dominar nuestra vida cotidiana. Su venta se ha incrementado exponencialmente en todo el mundo, sobre todo los denominados smartphones. Si en 2007, casi nadie tenía un teléfono inteligente, en 2019 están en todas partes. De hecho, a nivel mundial, casi dos de cada tres personas de entre 18 y 35 años poseen uno y, en sólo 10 años, se han producido más de 7.000 millones de estos dispositivos, aproximadamente el mismo número de habitantes que hay en el planeta.

Y aunque estos teléfonos de última generación pueden ser inteligentes, elegantes, pulcros, rápidos (que es la traducción del término inglés “smart”), dependen de elementos físicos sin los cuales no sería posible su fabricación ni su funcionamiento. Del mismo modo que en su producción son necesarios diversos materiales (plástico, cristal, cerámica) y materias primas (metales, como el aluminio y el hierro, y minerales, como las tierras raras), la “nube” donde se almacena la información digital no existiría sin los lugares del planeta donde se ubican los superordenadores que la mantienen.

Costes sociales y ambientales

Además de un precio económico, los móviles tienen importantes costes sociales y medioambientales. Un móvil estándar contiene entre 500 y 1.000 componentes distintos. La extracción y procesamiento de estos componentes generan unos 75 kg de desperdicios por teléfono. Algunos de estos elementos son recursos caros y escasos, y están relacionados con abusos sociales y medioambientales. El impacto ambiental de la producción de smartphones es tan alto que para compensar las emisiones de gases efecto invernadero tendríamos que usar cada dispositivo entre 33 y 89 años. Sin embargo, en Europa se renueva cada año alrededor del 40% del parque de móviles existentes, lo que suponen unos 18 millones de móviles sólo en España.

Si bien la vida útil de un aparato es de unos 10 años, batería aparte, el tiempo medio de utilización se sitúa entre el año y medio y los dos años y medio. Poco parecen preocuparnos los impactos a largo plazo de la eliminación de esta basura tecnológica, un problema global que se hace patente en las exportaciones de aparatos electrónicos usados a terceros países, especialmente de Asia y África, que no están preparados para la gestión de estos desechos.

Actuar en clave personal y comunitaria

Las entidades promotoras invitan en el Día Mundial del Medio Ambiente a actuar en clave personal y comunitaria para impulsar medidas transformadoras, que pasan por hacer un uso austero, racional y sostenible de estos dispositivos. Esta invitación está en línea con las palabras de Francisco en Laudato Sí: “Es posible volver a ampliar la mirada, y la libertad humana es capaz de limitar la técnica, orientarla y colocarla al servicio de otro tipo de progreso más sano, más humano, más social, más integral”.

Más información en https://www.enlazateporlajusticia.org/


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